KTM 690 Supermoto

Es una novedad para esta temporada y ya ha dado mucho que hablar. Más por su aspecto que por su motor o su chasis. Es en una hermosa tarde de primavera que fui al concesionario de motos ocasión Granada Crestanevada para probar este recién llegado.

Debo admitir que al principio estaba bastante tentado por su hermana mayor, la 950 SM, pero cuando llegué frente a este expositor de motos naranjas, enseguida me fijé en el morro de pato que la hace tan especial. Sólo pensé en ustedes, queridos lectores, en mi decisión de elegir el 690. Porque es nuevo, claro, pero también porque no quería ceñirme al «qué dirán».

El diseño de Kiska puede resultar chocante en el papel brillante, pero si lo miras de cerca, te acostumbrarás rápidamente a su aspecto inusual. Lo más divertido son los tubos de escape casi verticales, que dan un efecto llamativo que hace olvidar rápidamente la pequeñez del motor. KTM no hace nada superfluo, hay todo lo que necesitas donde lo necesitas. Hay el mismo contador que en el Superduke, sigue siendo bastante completo. En definitiva, o te gusta o no te gusta, este look no es discutible creo yo. El único problema es que los tornillos son demasiado visibles, especialmente bajo el maletero.

Con el tiempo justo para firmar los papeles, y unas cuantas explicaciones, me subo a este monocilíndrico. Sin duda, estamos en una «Supermot», asiento de madera, la altura justa para sobresalir del tráfico, manillar recto y el ruido… Oh, ese ruido… Puede resultar sorprendente para los no iniciados en la marca austriaca, casi se podría creer que el Katoch’ se va a caer a pedazos. A pesar de su aparente fragilidad (ruido, basculante y motor diminuto), la SM me demostrará que siempre hay que desconfíar de las apariencias.

Lo primero que noto al salir a la carretera son las vibraciones. Si quieres dar un paseo, no superes las 4.000 rpm, de lo contrario tendrás que aguantar las vibraciones de las altas revoluciones. En una conducción más deportiva, la mayor concentración hace olvidar rápidamente este inconveniente.

La segunda observación es el frenado. Un buen mordisco le da inmediatamente confianza, y puede encontrarse jugando a «quién frena después». Junto con un chasis muy bueno, el SM puede ser muy juguetón en las curvas. Los ajustes originales de las suspensiones están bien equilibrados y permiten acostumbrarse al comportamiento de la moto antes de realizar cambios más personales.

A pesar de sus escasos 65 caballos (para 152 kilos de peso en seco), el motor monocilíndrico LC4 demuestra que tiene mucha potencia. Mi consejo para los que quieran empezar con esta moto es que tengan cuidado con el embrague, es agradable de usar, pero te encontrarás rápidamente con la rueda trasera si lo sueltas demasiado rápido.

Por otro lado, como puedes imaginar, la 690 no está hecha para las rectas, las vías rápidas y las autopistas, que ponen a prueba el motor y muestran rápidamente sus límites. Olvídate de los viajes largos, que pondrán tus nalgas en evidencia.

Es perfecto para los paseos deportivos por la montaña, cuanto más empinadas y curvas sean las carreteras, más se encontrará el SM en su terreno favorito. Mi consejo es que utilices neumáticos blandos para evitar que te pillen en una curva cerrada.