El Jaguar i-Pace

La categoría de los SUV eléctricos se disparó en 2020 con la llegada de muchos modelos nuevos al mercado. La electrificación ya no se limita a los coches de ciudad. Los SUV también tienen variantes «limpias» sin emisiones de CO2. Pero con un peso mayor que el de un coche diseñado para la ciudad, ¿los SUV se ven penalizados con una autonomía muy reducida? No siempre es así.

Jaguar I-Pace, el primer modelo 100% eléctrico de la marca inglesa.

El I-Pace es el primer vehículo totalmente eléctrico de Jaguar. Aparecido en 2018, el SUV ensamblado en Austria recibió un restyling en 2020. Retoma todos los códigos que forman parte del ADN de la marca desde hace generaciones con estilo y una cuidada vida a bordo. También se trata de deportividad: con un par motor instantáneo de 696 Nm en la versión de 400 CV y de 500 Nm en la de 320 CV, sus prestaciones son suficientes para hacer palidecer a la competencia, comenta el concesionario Crestanevada.

Sobre todo porque no es sólo una muestra de grandes números. De hecho, más allá de la potencia pura, Jaguar ha cuidado la distribución del peso de los motores eléctricos para que sea agradable de conducir en todas las condiciones. Esta búsqueda de la eficiencia también se refleja en el diseño general del I-Pace. El I-Pace tiene un coeficiente de penetración en el aire de 0,29. Esta optimización mejora su alcance y proporciona una excelente estabilidad incluso a altas velocidades.

La autonomía es precisamente de lo que estamos hablando aquí. La autonomía teórica con una sola carga es de 470 km. Por supuesto, en esta cifra influyen en gran medida la temperatura exterior, el uso de los equipos de a bordo (como el aire acondicionado y la calefacción) y tus hábitos como conductor ecológico. Una calculadora de autonomía disponible en la web oficial de la marca nos permite disponer de datos precisos de autonomía.